Nosotros NO SOMOS NUESTROS PENSAMIENTOS. Nuestros pensamientos son muchas veces, sino todas, consecuencia de ocurrencias de nuestra mente. Aunque estos pensamientos forman parte nuestra, no nos definen como personas. Nuestra misión es observarlos sin aferrarnos a ellos ni rechazarlos. Los pensamientos cobran importancia cuando nos identificamos con ellos y les damos valor emocional. Cuando lo que nos transmiten es alegría o esperanza nos aferramos a ellos sin cuestionarlos y nos hacen felices, pero cuando nos crean preocupaciones, sufrimiento y dolor también lo hacemos dejándonos llevar por la tristeza y la frustración. RECUERDA: ¡No eres tus pensamientos!